Escudo de Soria.
La tradición y los siglos han dado un significado al escudo de Soria en relación con su propia historia y el importante papel que desempeñó en la Reconquista.
De tal forma, el castillo representa al de Soria pues este, al tratarse de una tierra de frontera, se constituye como el verdadero origen de la actual Ciudad. Soria creció y se asentó a los pies de su castillo. Los historiadores afirman que cuando el rey Alfonso I el Batallador mandó repoblar Soria en 1109, sólo existía una pequeña fortifiación en el cerro que hoy ocupa el castillo. Se considera que la representación en plata del castillo es símbolo de la lealtad de la Ciudad a sus reyes. Por ello ostenta, entre otros, el título de «Muy Leal Ciudad».
Muestra de esa lealtad la encontramos en el rey que se coloca, en busto, sobre la torre del homenaje del castillo. Es el monarca Alfonso VIII, el de las Navas. Se crió aquí y gracias a los nobles escapó de su tío Fernando II de León que pretendía hacerse con su persona y con su corona. Por esto, se mantuvo la independencia de los reinos de Castilla y de León. Por esta noble hazaña, así como por la intervención de los caballeros de Soria en sucesivas guerras, Alfonso VIII otorgó a la villa distintos privilegios: privilegio de los arneses, privilegio por el cual los caballeros sólo podían salir a batalla cuando en ésta participase el Rey y en calidad de defensores de su persona.
El campo de gules sobre el que se coloca el castillo representa la sangre derramada por los caballeros de la ciudad en las guerras y batallas en las que participaron; la intervención de los de Soria fue decisiva en batallas como la de Alarcos o la de Las Navas de Tolosa. El 14 de agosto de 1385 todos los sorianos que participaron perecieron en la Batalla de Aljubarrota, a excepción de uno que logró escapar de la contienda y que, al regresar a Soria ufano de haber salvado la vida, fue muerto de manos de su propio padre por considerarse deshonrada la lealtad de los sorianos al haber huido. A aquellas gentes se las conoce en Soria, desde entonces, como los «leales de Aljubarrota».
«SORIA PVRA» – «CABEÇA DE ESTREMADVRA«.
Su lema, sobre plata,consta de dos partes: «SORIA PVRA» y «CABEÇA DE ESTREMADVRA«.
- «SORIA PVRA». Se identifica con la nobleza o con la «pureza de su sangre». Los Linajes de la ciudad decían pertenecer a importantes familias o estirpes cargadas de nobleza. Cuando entonces la nobleza se determinaba por el valor en el manejo de las armas. Pretendían descender de importantes caballeros, como los Salvadores (que para mayor inri es doble) que afirmaban descender de El Cid Campeador. Quizá más exagerado fue el linaje de Santa Cruz, que pretendía descender del caudillo numantino Megara. Este lema ya figuraba en el escudo en la época altomedieval, con lo cual los linajes sorianos estaban revestidos de importante nobleza. Así mismo y por ello, la ciudad ostenta el título de «muy noble».
- CABEZA DE EXTREMADURA. Significa que fue la población cabeza o principal de aquellas tierras de frontera en el medievo. Dicho título se conserva, pues sigue siendo la cabeza de su tierra y capital de la provincia homónima. El nombre de «estremadura» viene impuesto por la denominación de las tierras reconquistadas a los moros que se constituían en frontera con ellos.
Palacio de los Condes de Gómara (Soria)
El Palacio de los Condes de Gómara, actual Palacio de Justicia, fue mandado construir en el siglo XVI por Francisco López del Río. Es una joya de la arquitectura civil renacentista de Soria. Forma parte del rico patrimonio monumental de esta ciudad. Fuente de inspiración de poetas como Antonio Machado, Gustavo Adolfo Bécquer o Gerardo Diego.
Cuando el forastero arriba a Soria desde Aragón al cruzar la bifurcación que lleva a San Polo y San Saturio, se encuentra con la monumentalidad de la torre del palacio que deja ya entrever la fertilidad en patrimonio que cobija Soria.
A finales del S.XVI, cuando la ciudad ya no tenía naturaleza divisoria, la riqueza de la familia de Francisco López del Río era manifiesta. Provenía de su cabaña lanar y formaba parte del Honrado Concejo de la Mesta.
Fruto de esa abundancia, los Río y Salcedo edificaron entre los años 1577 y 1592 su nuevo palacio en el centro de la ciudad resaltando sobre el resto de las demás construcciones. Es el palacio que hoy conocemos como “Palacio de Los Condes de Gómara”.
Esta familia ya tenía en su haber una casa-palacio en la ciudad de Soria, de “los Río y Salcedo”- primer tercio del S.XVI – que actualmente acoge el Archivo Histórico Provincial, con portada renacentista y ventana en esquina. Pero fue su afán de exhibir su reconocimiento social y económico lo que les llevó a edificar el más fastuoso de los palacios de la ciudad.
Fue declarado Bien de Interés Cultural en el año 2000 y actualmente, el edificio alberga el Palacio de Justicia.